Hasta aquí pues. Último sábado del año y última entrada en este blog dentro del reto que me propuse, aquí el 2 de enero, de escribir semanalmente también aquí.
Balance pues: Por el lado formal de la apariencia y los contenidos en menú de estas Bibliugrafías, aun tengo mucho por aprender, practicar y retocar. Sigo sin conocer los trucos para sacarle partido a WordPress. Y sigo sin tejer enlaces e interacciones como quisiera con otros blogs y otros sitios que podría relacionar de algún modo con este.

Por el lado de los contenidos, puedo ir viendo ya al menos una media docena de temáticas o de ámbitos distintos, si bien aun no está organizado con etiquetas y autorías diferentes. Pero sí es cierto que he conseguido iniciar uno de mis trasuntos favoritos, como es el tema de los tejuelos (teixells, en català), tema que a diario me da qué rumiar.
Un segundo asunto es el de comentar las reivindicaciones laborales que comparto con los colectivos, ya de interinas, ya de itinerantes, ya de auxiliares, en la red de bibliotecas donde trabajo. Todo ello ligado también a la observación de otras redes y otras estructuras en otros niveles u otros lugares.
Un tercer campo es el de los comentarios sobre libros y obras en concreto. He colocado durante el año unos cuantos, a veces explicando poco o casi nada, a veces con más detalle.
Este tercero se enlaza con un cuarto en cuanto al comentario sobre colecciones. A menudo estos campos se entrelazan y acabo hablando de tejuelos en colecciones o de obras diversas con cualquier punto en común entre ellas.
En quinto lugar podría colocar las entradas en que he ‘ugrafiado‘ sin más, divagando sobre el cómo y el quién y el cuándo de mis divagaciones, valga la redundunda. Esto incluye el asunto de los palabros que se me antojan adoptables, como la propia redundunda…. posiblemente esto acabe generando un vocabulario de neotontismos ad hoc.
En sexto, he entrado también pequeños escritos sobre servicios de las bibliotecas más allá del préstamo o la prescripción, y así he hablado de hemerotecas y más archivos online, o de la lectura por teléfono o de la combinación entre catálogos.
También en lo que sería el cajón de sastre, he empezado a hablar de infografías, del CBB en el mapa de la ciudad, de la biblioteca como refugio, de listas de músicas, de películas…
Y también bastantes sábados me he limitado a descorchar algún tema, con la intención de reeditar ampliando la entrada más adelante.
Acabo así este año y, salvando las distancias, mutatis mutandis, puedo afirmar que este blog ha cambiado.
En 2022 no escribiré cada sábado, pero mi intención es seguir aportando aquí más contenidos que sean de interés, más opiniones y más ugrafías de las particularmente mías.
Así pues, continuaré. Gracias a quien lo lea y aun más a quien lo comente.