Hace más de doce años trabajo prácticamente todos los domingos por la mañana. Como si diera misas, pero no. Llega un momento en que uno se acostumbra, incluso a eso, a tener el calendario paralelo al de la mayoría.
Pero la mayoría no conoce las excepciones, sino la regla. Por eso la mayoría no sabe que en algunas bibliotecas abrimos los domingos. Llevo todos estos años viendo la cara de sorpresa de quienes se enteran de ello, o bien al hacerse el carnet o bien al preguntar por los horarios.
Aunque en realidad la biblioteca no cierra, del todo, nunca. Hay una biblioteca permanente en servicio, y es la virtual. Si alguien tiene tiempo y curiosidad, puede descubrir muchos recursos y se sorprenderá también con la amplitud del fondo de documentos que puede consumir digitalmente: libros, revistas, comics, películas…
Por un lado la Biblioteca Virtual propiamente dicha. En su menú, desplegando el submenú de Conocimientos, hay acceso a los Estantes virtuales (temáticos), el Trencadís, audiolibros en mp3, documentales musicales del In-Edit TV, películas en línea (eFilm), guías de lectura, y diversas bases de datos, entre otras posibilidades.

También hay enlace a la BiblioDigital (hasta hace poco conocida solamente como eBiblio. En este caso, entrando en la cuenta de usuario con la identificación del carnet personal, el menú que se despliega seguramente sorprenderá a quien nunca se ha parado a buscar qué opciones virtuales le da el carnet. Obviamente durante el confinamiento lo ha descubierto bastante gente, pero yo creo que poca aun, comparado con la gran cantidad de personas que, de saberlo, usarían el recurso.
Es cierto que la oferta de cultura es tan amplia en internet que es difícil llamar la atención del público potencial, pero desde este rincón silencioso y desconocidísimo propongo, a quien casualmente lea esta entrada, entrar y probar.
Solamente así puede después entenderse en el título lo de la biblioteca ‘permanente’. Bien, esta noche de cambio horario, cerramos la hora que nos saltamos. Eso sí. Aunque mañana, domingo, ahí estaré, en la que no es virtual. Como cada domingo, haciendo de auxiliar dominguero. Los domingos son mis miércoles y los jueves mis domingos. Aunque en internet siempre sea, a la vez, lunes por la mañana y viernes por la noche.